“The Clean Coder” me deja una sensación agridulce porque lo compré esperando que fuese un libro técnico sobre programación y me encontré otra cosa: un libro técnico sobre cómo ser un desarrollador profesional. Culpa mía por comprarlo por una recomendación en Twitter y no pararme a leer la sinopsis.
El libro cubre distintos aspectos a los que se enfrenta un programador: técnicas de desarrollo (muy centrado en metodologías ágiles y TDD), gestión del tiempo y de la presión, dar estimaciones, colaboración, equipos y proyectos, etc. Todo ello contado de forma amena con ejemplos reales de la experiencia profesional del autor.
El punto destacado
En el primer capítulo habla de la obligación ética como desarrollador de mantener tus competencias y tu formación continuamente actualizada (al margen de que puedas recibir formación adicional si trabajas para una empresa). Por mi experiencia, este interés y capacidad para adaptarse y continuar aprendiendo es una de las mejores formas de diferenciar a un desarrollador mediocre de otro fuera de lo normal.
Compara el desarrollo de software con otras profesiones, e insiste continuamente en la necesidad de practicar/entrenar, hasta el punto de dedicar un capítulo completo al tema. Además equipara la programación a otras formas de arte, una visión que comparto completamente y que, unida a la componente vocacional de la programación, me hace pensar en la tortura que tiene que suponer esta profesión para quien no le guste o para quien estudiase informática sólo “porque tiene muchas salidas”.
El punto polémico
Me llama la atención que el autor recomiende huir de esa zona hiperproductiva a la que llama “the flow zone” y a la que yo siempre he llamado “pico de productividad” y que se caracteriza por un estado de máxima concentración con un sentimiento de eficacia absoluta. Un 20% del tiempo donde haces el 80% del trabajo.
Su consejo es evitar esta zona porque una parte importante de tus facultades se ven disminuidas en favor de otras y las decisiones que se toman no son las mejores. Para ello propone soluciones como darse un paseo o la programación en parejas para evitar entrar en esa zona. No me llega a convencer. ¿Qué opináis? Inauguradme el blog con algún comentario.
Conclusión
En definitiva, es un libro que recomiendo con un 7 sobre 10, especialmente a personas que ya se hayan iniciado en el mundo del desarrollo y tengan pocos años de experiencia, ya que así muchas de las ideas que plantea no les parecerán evidentes. Se lo presto a quien lo quiera leer.
Dejo pendiente el libro “Clean Code” del mismo autor para leerlo más adelante.